Valletta:

La primera vez que vi Valletta fue desde Sliema y me enamoré. Es de las postales más bonitas que vi en mi vida. Blanca y luminosa, inmune al paso del tiempo, la capital a veces es más bonita desde lejos. El segundo día en la isla empecé a correr y llegué a Valletta y fue un encuentro inolvidable entre la ciudad y yo.
Valletta es muy pequeña y fácil de visitar pero llena de esquinas fotografiables. Mi lugar preferido: The Upper Gardens, mirando a las Tres Ciudades. Puedes pasarte una hora solo viendo los barcos moverse lentamente y el atardecer, el mejor momento.

Valletta es una cuadrícula fácil de visitar. Elijas la dirección que elijas llegarás al mar :)
Llegar en ferry desde Sliema es la forma más bonita, en autobús la más práctica. Cualquiera de las dos opciones es barata. Si llegas en bus, te bajarás donde termina el recorrido que es justo en la muralla que separa Valletta de su vecina de en frente, Floriana. La ciudad conserva su muralla en perfectas condiciones, lo cual le da a la ciudad un aire más interesante aún.

Recomiendo:
Un paseo por la “main street”,  Republic Street, especialmente por la tarde cuando la gente pasea, visita las tiendas y todo está muy animado (durante los sábados y domingos de invierno esta calle está medio muerta. En verano: gente a todas horas)

Visita a la Co Catedral más que recomendada. El suelo de mármol, una joya y algunas obras originales de Caravaggio, quien pasó un tiempo viviendo en la isla. Ojo! Las chicas, no llevar tacones porque no están permitidos debido a lo delicado que es el suelo. La entrada es alrededor de 8 euros. Vale la pena la visita.

Muy cerquita, el Museo Arqueológico, donde encontrarás piezas más antiguas que las pirámides egipcias! La entrada no es cara, hay descuento para estudiantes y la visita vale la pena.